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BEATO CEFERINO NAMUNCUR脕

Atr谩s

La santidad de Ceferino es expresi贸n y fruto de la espiritualidad juvenil salesiana, una espiritualidad hecha de alegr铆a, de amistad con Jes煤s y Mar铆a, de cumplimiento de los propios deberes y de entrega por los dem谩s. Ceferino representa la prueba m谩s convincente de la fidelidad con la que los primeros misioneros mandados por don Bosco lograron repetir aquello que 茅l hab铆a hecho en el Oratorio de Valdocco: formar j贸venes santos. Este sigue siendo nuestro compromiso de hoy, en un mundo que necesita j贸venes impulsados por un claro sentido de la vida, audaces en sus opciones y firmemente centrados en Dios mientras sirven a los dem谩s. La vida de Ceferino es una par谩bola de tan s贸lo 19 a帽os pero rica en ense帽anzas.

 

Naci贸 en Chimpay el d铆a 25 de agosto de 1886. Ten铆a 11 a帽os cuando su padre lo inscribi贸 en el colegio salesiano "P铆o IX (once)". Aqu铆 inici贸 la aventura de la gracia. Dos hechos lo lanzaron hacia las cumbres m谩s altas: la lectura de la vida de Domingo Savio, de quien fue un ardiente imitador; y la primera Comuni贸n, en la que hizo un pacto de absoluta fidelidad con su gran amigo Jes煤s. Desde entonces este muchacho, que encontraba dif铆cil "ponerse en fila""obedecer al toque de la campana", se convirti贸 en un modelo.

 

Fue precisamente durante aquellos a帽os de crecimiento interior cuando enferm贸 de tuberculosis. Lo hicieron volver a su clima natal, pero no bast贸. Monse帽or Cagliero pens贸 entonces que en Italia encontrar铆a mejores atenciones m茅dicas. Su presencia no pas贸 inadvertida en la naci贸n, pues los peri贸dicos hablaron con admiraci贸n del pr铆ncipe de las pampas. Don R煤a lo hizo sentar a la mesa con el consejo general. P铆o X(d茅cimo) lo recibi贸 en audiencia privada, escuch谩ndole con inter茅s y regal谩ndole su medalla "ad principes". El d铆a 28 de marzo de 1905 tuvo que ser internado en el Fatebenefratelli (Hermanos de San Juan de Dios) de la isla Tiberina, donde muri贸 el d铆a 11 de mayo siguiente, dejando tras de s铆 una impronta de voluntad, diligencia, pureza y alegr铆a envidiable. Era un fruto maduro de espiritualidad juvenil salesiana. Sus restos se encuentran ahora en el santuario de Fort铆n Mercedes, de Argentina, y su tumba es meta de peregrinaciones ininterrumpidas, porque goza de una gran fama de santidad entre el pueblo Argentino.

 

Al santo nunca se le puede comparar con un meteoro que atraviesa imprevistamente el cielo de la humanidad, sino que m谩s bien es el fruto de un largo y silencioso engendro de una familia y de un pueblo que quieren plasmar en aquel hijo sus mejores cualidades.

 

La beatificaci贸n de Ceferino es una invitaci贸n a creer en los j贸venes, tambi茅n en los que apenas han sido evangelizados, y a descubrir la fecundidad de Evangelio, que no destruye nada de aquello que es verdaderamente humano; y la aportaci贸n metodol贸gica de la educaci贸n en este estupendo trabajo de configuraci贸n de la persona humana que llega a reproducir en s铆 la imagen de Cristo.

 

 

El santo es una persona aut茅ntica, realizada y feliz, dec铆an los compa帽eros. Era un adolescente admirable, santo, que hoy puede 鈥攄ebe鈥 ser propuesto como modelo y ejemplo a los j贸venes.

 

Por el extraordinario Don que ha conseguido Dios en Ceferino Namuncur谩, Argentina tiene la obligaci贸n de sentirse responsable de mantener viva su memoria, y de estar convencida de que puede continuar proponiendo a los j贸venes itinerarios concretos de santidad.

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